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ETFs de renta fija

Los ETFs de renta fija son fondos cotizados en bolsa que invierten en instrumentos de deuda, como bonos gubernamentales, bonos corporativos, bonos municipales y otros tipos de valores de renta fija. Además, suelen ser menos volátiles que los ETFs de acciones, lo que los convierte en una opción atractiva para inversores que buscan diversificar su cartera y reducir el riesgo general.

Algunas categorías de ETFs de renta fija incluyen:

  1. ETFs de bonos gubernamentales: Estos ETFs invierten en bonos emitidos por gobiernos, como los bonos del Tesoro de EE. UU. (Treasuries), bonos del gobierno alemán (Bunds) o bonos del gobierno japonés (JGBs). Suelen considerarse inversiones de bajo riesgo, ya que están respaldados por la solidez crediticia de los gobiernos emisores.
  2. ETFs de bonos corporativos: Estos ETFs invierten en bonos emitidos por empresas, que pueden variar en términos de calidad crediticia y vencimiento. Los bonos corporativos generalmente ofrecen rendimientos más altos que los bonos gubernamentales, pero también conllevan un mayor riesgo crediticio.
  3. ETFs de bonos municipales: Estos ETFs invierten en bonos emitidos por gobiernos locales y regionales, como ciudades, condados y estados. Los bonos municipales suelen ofrecer ingresos libres de impuestos para los inversores en EE. UU. y pueden ser una opción atractiva para aquellos que buscan minimizar su carga fiscal.
  4. ETFs de bonos de mercados emergentes: Estos ETFs invierten en bonos emitidos por gobiernos y empresas de países en desarrollo. Los bonos de mercados emergentes pueden ofrecer rendimientos más altos que los bonos de países desarrollados, pero también conllevan un mayor riesgo debido a la volatilidad económica y política en estas regiones.
  5. ETFs de bonos de alto rendimiento (high yield): Estos ETFs invierten en bonos corporativos con calificaciones crediticias más bajas, también conocidos como bonos basura (junk bonds). Los bonos de alto rendimiento ofrecen rendimientos más altos que los bonos de mayor calidad crediticia, pero también conllevan un mayor riesgo de impago.